el problema
Comer alimentos saludables es una de las necesidades fundamentales de la sociedad humana. Simplemente hablando, ¡tenemos que comer alimentos naturales para mantenernos saludables! Ahora estamos descubriendo que la agricultura intensiva en altos beneficios, el monocultivo y la producción de alimentos genéticamente modificados no solo proporcionan una nutrición de mala calidad, sino que al hacerlo dejan el suelo y las tierras estériles, con los agricultores desamparados. Ha habido muchos trabajos de investigación, estudios e informes en los medios que nos han informado que estos métodos tienen un efecto negativo en nuestra salud. Sin embargo, existen grupos de presión de las empresas agroquÃmicas corporativas que ejercen presión polÃtica sobre los gobiernos, y en particular la UE, con un objetivo: no introducir los marcos legales necesarios que prohÃban el uso de pesticidas y herbicidas en los cultivos. Incluso cuando se aprueban leyes, se cuestionan o no se hacen cumplir de manera efectiva. No se equivoquen, este comportamiento está matando nuestro planeta, diezmando nuestra vida silvestre y, en última instancia, contribuirá a la desaparición de la vida tal como la conocemos, donde la naturaleza y la biodiversidad se reducen significativamente.

la solución

En Tuscia tenemos la suerte de tener un suelo volcánico fértil y abundante agua. Experimentamos cuatro temporadas y la actividad industrial es relativamente baja. A pesar de la afluencia de abundantes plantaciones de avellanas, todavÃa tenemos la oportunidad de decidir cuál es la mejor manera de preservar nuestras tierras. En los últimos años ha habido una afluencia de nuevos agricultores, jóvenes, conscientes de la salud, educados y comprometidos con los métodos de producción sostenibles y la preservación de la tierra como un recurso para ser compartido por todos, no explotado por unos pocos.
Las soluciones son sencillas:
Uno: el gobierno prohÃbe los pesticidas y herbicidas quÃmicos en los cultivos alimentarios
Dos: cualquier agricultor que haya recibido el subsidio orgánico de la UE deberÃa estar obligado a continuar cultivando orgánicamente en el futuro previsible
Tres: Necesitamos establecer una gran área protegida dentro de la región donde la vida silvestre pueda proliferar sin la perturbación de la actividad humana. En Italia lo llaman un bio-distretto
Cuarto: Introducción de un subsidio para las tierras que se vuelven a marchitar y no se cultivan
Cinco: Poner un lÃmite a la cantidad de cualquier cultivo que se puede cultivar en cualquier área.